La salida de hoy en mtb ha sido durilla, se juntaron 2 cosas, los 90 minutos seguidos de spinning del día anterior que me dejaron los cuádriceps tiesos, y el viento en contra que soplaba MUY fuerte, y digo MUY fuerte, y que nos afectó durante los primeros 25km, vamos lo justo para dejarnos machacados antes del tramo de 10km de subida y en los que 2 de ellos, 2 largas rectas con poco desnivel en los que se puede rodar, nos volviera a detener con una fuerza asombrosa. Justo en esos momentos, en los que el viento te daba en la cara, de frente del todo, y te dejaba clavado, me acordaba de la frase del famoso cuento, "soplaré y soplaré, y tu bici detendré" en otras partes, donde era lateral, se podía cambiar otro poco más la versión "soplaré y soplaré y de tu bici te derribaré", pero bueno, al final fue un día de entreno de fuerza, que no viene nada mal para ir haciendo piernas.
Una vez terminada la subida, nos quedaban unos 20km y pico de viento
casi a favor, que ayudaron a recuperar un poco, aunque el daño ya estaba
hecho y el sufrimiento acumulado en las piernas.
Pero es lo que hay, Fuerteventura es así, desde abril hasta octubre, es ventosa día sí y día también. Días en los que ir a la playa es absurdo, salvo que estés buscando una exfoliación intensa y dolorosa de arena.
Ahora ya, a por el siguiente entreno, sesión doble de bici y carrera hasta que el sábado, salvo cambio de turnos y que no pueda, que realizaré el test de 1/2 IM.
Somos más grandes de lo que creemos. El título de este blog viene por un regalo recibido hace tiempo, en el que aparecía la foto de un iceberg. Desde que vi esa foto, en la que se mostraba la parte sumergida del iceberg, me hizo darme cuenta que todos tenemos algo oculto que nos puede llevar a donde elijamos. Esa parte será la que consiga hacerme cumplir el sueño de ser finisher en el medio, y por qué no, algún día hacer el triatlón con mayúsculas, el Ironman.
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